Las temperaturas de los gases en los conductos de chimenea llegan hasta los 300 °C. Los gases pueden contener azufre y otras sustancias corrosivas. Instale aislamiento térmico en la estructura de soporte del conducto de chimenea para evitar que la temperatura de la superficie caiga al punto en que los gases se condensen formando depósitos ácidos corrosivos.
Las altas velocidades de flujo, las fluctuaciones de temperatura y la presión, junto con el gran tamaño de los conductos y el equipo, requieren que las estructuras tengan alta fuerza mecánica. En el caso de conductos de chimenea, Paroc recomienda usar aislamiento de doble capa para evitar los puentes fríos que incrementan el riesgo de corrosión. Generalmente, ambas capas son placas, pero se pueden combinar con mallas. El material óptimo de aislamiento depende de las temperaturas y el tipo de conducto de chimenea en questión.
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Para conductos de chimenea, Paroc recomienda la siguiente solución:
- Usar una solución de aislamiento de una capa o de doble capa con placas PAROC Pro Slab 80.
- Fijar el aislamiento con clavijas soldadas.
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Las PAROC Pro Slab ofrecen un aislamiento térmico superior a altas temperaturas y una buena resistencia mecánica. Para conductos rectangulares, las placas son más fáciles de instalar, pero también se pueden usar mallas.
Los conductos de chimenea son fáciles de aislar con placas, ya sea usando soluciones de aislamiento de una o múltiples capas. Las placas se fijan con clavijas y arandelas.